¿Qué es el ciberacoso entre iguales?

Rechazar cualquier tipo de violencia es la mejor forma de evitar el acoso.

Los niños y niñas tienen conflictos y discuten. Los desacuerdos y las peleas por intereses opuestos forman parte de la vida. Están aprendiendo a relacionarse y a solucionar sus diferencias y debemos educarles para solucionar conflictos sin violencia de ninguna clase.

Una discusión, un insulto, un empujón, un grito, una broma desagradable de forma aislada, es decir, puntualmente, no es acoso sino una agresión; pero la violencia nunca es tolerable y no es un medio valido para solucionar cualquier tipo de conflicto.

El acoso entre iguales es una conducta de intimidación y persecución física y/o psicológica de uno o varios chicos o chicas contra otro.

Se trata de acciones intencionadas, injustificadas y reiteradas.

Para que este tipo de conductas sean calificadas de acoso han de darse tres tipos de características:

• Intencionalidad por parte del agresor. Su finalidad es la de hacer daño.

• Repetición de la acción en el tiempo. Un hecho aislado, por muy grave que sea, no puede considerarse acoso escolar.

• Desequilibrio de poder. Una situación en la que la víctima no puede defenderse por sí misma ya que hay una desigualdad de poder física, psicológica o social.

Esta situación puede darse en forma de:

• Agresión o violencia verbal: insultos, descalificaciones, motes ofensivos, desprecios verbales…

• Agresión física: empujones, golpes…

• Amenazas verbales, intimidaciones, chantajes…

• Exclusión social: rechazo manifiesto a la participación en actividades en grupo (tanto en el mundo físico como en la comunicación online), difusión de rumores…

• Acoso sexual físico y verbal: tocamientos, intimidación o coerción de naturaleza sexual, difusión de rumores o cotilleos de naturaleza sexual o relacionada con el comportamiento u orientación sexual, comentarios y verbalizaciones groseras de naturaleza sexual…

¿Qué es el ciberacoso o ciberbullying?

Los chicos y chicas menores de edad acceden desde edades muy tempranas a todo tipo de dispositivos: tablet, teléfonos, ordenadores…

El móvil se ha convertido en el regalo estrella y cada vez son más los chicos y chicas de con tal solo  8 y 9 años con su propio móvil.

Las familias tenemos un papel fundamental en el acompañamiento de nuestros hijos en los inicios del uso de las nuevas tecnologías.  

Pero también debemos acompañarles a edades más avanzadas, porque a menudo desconocemos qué uso le dan a las múltiples aplicaciones y opciones que ofrece el mundo digital.

Es importante tener en cuenta lo siguiente: las tecnologías son una oportunidad y prohibir nunca es la solución.

Será clave acompañar a los hijos en su vida online para prevenir una forma de violencia a la que llamamos ciberacoso.

Aquí no hay contacto cara a cara y la audiencia del acoso se amplifica sin control y se prolonga más en el tiempo, ya que un insulto o una imagen pueden quedarse colgados en las redes.

Hablamos de ciberacoso o ciberbullying cuando detectamos conductas de maltrato y violencia psicológica en el escenario de relaciones interpersonales que se desarrollan utilizando las tecnologías de la información.

Ciberbullying | Psicólogo online
Ciberacoso o ciberbullying

Cualquiera de las siguientes conductas podría considerarse ciberacoso o ciberbullying:

• Enviar mensajes dañinos o desagradables.

 • Publicar una fotografía sin la autorización de la persona que aparece.

• Apropiarse de información privada de otra persona y difundirla en la Red.

• Hacer comentarios desagradables a fotografías publicadas.

 • Crear un perfil falso, usurpando la identidad de otra persona.

 • Insultar, despreciar, vejar o amenazar en la Red.

 • Injuriar o calumniar en la Red.

• Crear falsos rumores sobre una persona y difundirlos.

• Ridiculizar a algún jugador durante un videojuego online o expulsarle del mismo.

¿Cuáles serían los indicadores de alerta del ciberacoso o ciberbullying?

Los indicadores de alerta serían los siguientes:

FÍSICOS:

  • Pérdida de apetito.
  • Trastornos del sueño: pesadillas, tarda en conciliar el sueño, tiene miedo de dormir solo/a, insomnio.
  • Manifiesta problemas psicosomáticos: dolores de cabeza, abdominales,… principalmente al inicio de la semana

PSICOLÓGICOS:

  • Cambios en el comportamiento.
  • Alto nivel de ansiedad, tristeza, irritabilidad.
  • Llora con facilidad.
  • Se niega a ir a clase.
  • Baja autoestima

SOCIALES:

  • Cambios de hábitos.
  • Importante descenso en el rendimiento académico.
  • Deja de hablar y contar cosas que le pasan en el día a día.
  • Prefiere estar siempre en casa.
  • No quiere ir solo/a a la calle.
  • Pide ir acompañado/a a la escuela cuando antes iba solo/a.
  • Cambia la ruta para ir y venir del centro educativo.
  • No quiere participar en actividades de grupo sistemáticamente (excursiones, aniversarios, fiestas escolares,…).
  • Pierde material escolar, ropa o dinero sin explicación sobre el mismo.
  • Deja de tener amistades en las redes sociales y se vuelve menos activo.

No siempre se dan necesariamente todos estos comportamientos en los casos de acoso y, a veces, pueden, deberse a otros motivos, por lo que es importante indagar que puede estar ocurriendo.

    ¿Qué hacer ante el acoso escolar o ciberacoso?

    Orientación para las familias:

    • Cree un clima de confianza, ayudará al desbloqueo.
    • Escuche el relato de su hijo sin juzgarlo.
    • Apóyelo/a emocionalmente.
    • Déjele expresar todas sus emociones, sentimientos e inquietudes.
    • Analice con él o ella los problemas: dialogar es la mejor vía ante los conflictos.
    • Evite expresiones como: “eso no tiene importancia”, “mañana será otro día”, “eso pasa” o “tú no les hagas caso”.
    • Ayúdele a identificar a las personas de más confianza en el centro educativo.
    • Guárdele durante la noche el móvil, para asegurar un descanso y desconexión.
    • Vigile y eduque a sus hijos o hijas en el uso del ordenador y en la actividad en las redes sociales.

    Si su hijo es acosado, déjele claro que es una conducta inaceptable y que deberá asumir su responsabilidad. Él o ella también necesitan ayuda psicológica.

    Si su hijo es un espectador de los hechos ocurridos, anímele a romper el silencio; nuestra sociedad necesita valientes.

    Orientación para padres sobre como abordarlo con el centro educativo:

    • Solicite una cita a su tutor o tutora para descartar o confirmar la información.
    • Si confirma los sucesos hable con el director o directora del centro.
    • El orientador  le proporcionará asesoramiento.
    • El centro educativo tiene que actuar ante la víctima, las personas acosadoras, las personas espectadoras y sus familias; así como implementar programas preventivos o de actuación ante los casos de acoso.

    Además, si los problemas emocionales persisten y el menor no sabe gestionar la situación o lo está pasando mal, aconsejamos acudir a un profesional de la psicología.

    Llámanos al teléfono: 962 868 816 o envíanos un correo a info@investe.es y nuestro equipo de profesionales, contactará contigo para tratar de solucionar cualquier problema de ciberacoso por el que puedas estar pasando.

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