Como ya hemos hablado de la ansiedad en varios post anteriores, es una respuesta que siempre se va a producir en las personas, ya que desde nuestros antepasados es una respuesta que ha permitido al hombre adaptarse a su medio.
En el ajetreado mundo en el que vivimos, es habitual que sintamos estrés en muchos momentos de nuestro día a día.
El cortisol es conocido como la hormona del estrés, pero la realidad no es que te genera estrés por sí misma, sino que es la consecuencia de exponerte al estrés. Esta hormona es esencial para enfrentarse al estrés físico y emocional.
Diferencias entre la ansiedad y el estrés
La ansiedad y el estrés están muy relacionados y en ocasiones se usan como sinónimos, sin embargo, existen diversas diferencias significativas entre ambos.
1. El origen
La ansiedad aparece tras una reacción de alerta y puede asociarse con el miedo (ante algo peligroso como un animal o ante una idea anticipatoria de que algo malo va a ocurrir). El estrés en cambio, surge más ante la idea de no poder enfrentar la demanda que se nos presenta por falta de recursos o de tiempo.
2.La intensidad
El estrés puede ser adaptativo siempre y cuando nos prepara para enfrentarnos a una situación, sería como el paso previo a la ansiedad. Una vez que pasa el acontecimiento estresante, la persona vuelve a la normalidad. En el caso de la ansiedad, ésta permanece presente en la vida diaria de la persona puesto que es una interpretación irracional, generalmente sobre el futuro.
3. El momento temporal
Debido a que el estrés está asociado a un estímulo real desencadenante, se experimenta solo mientras dure ese estímulo (como hacer un examen importante, ya que una vez que lo terminas sientes alivio). El estrés puede cronificarse o alargarse en el tiempo si la preocupación ocupa un momento temporal más largo (como pagar una hipoteca, como padecer una enfermedad crónica). La ansiedad, por el contrario, aparece una y otra vez, por preocupaciones de otros momentos temporales.

¿Cómo actúa la ansiedad en las personas?
Las personas con problemas de ansiedad, a menudo se preocupan por la propia ansiedad que les ayuda en su comportamiento, temen que se convierta en incontrolable y, por lo tanto, evitan usarla de forma adecuada. Esta reacción es comprensible porque, si no sabes cómo gestionar la ansiedad, es mejor tener poca que mucha.
Cuando la persona está demasiado ansiosa, su habilidad para resolver problemas, manejar a los niños o acabar el trabajo a tiempo, desciende rápidamente.
Cuando estás demasiado ansioso, la ansiedad interfiere en tu habilidad para pensar claramente y actuar con sensatez. Como todo el mundo sabe, este es el tipo de ansiedad que nos roba la capacidad de hacer las cosas tan bien como somos capaces.
De hecho, cuanto más importante sea la tarea, más importante es manejar la ansiedad cuidadosamente, idealmente uno debería estar moderadamente ansioso, alerta, tenso pero bajo control para la mayor eficacia.
La relación entre ansiedad y habilidad es directa, a mayor ansiedad menor habilidad. Es por lo tanto importante aprender un número de técnicas para permanecer en calma cuando es apropiado, y alerta, tenso y bajo control en situaciones difíciles.
¿Cuándo la ansiedad puede llegar a ser crónica o a interferirte en tu día a día?
Es muy habitual que las personas con ansiedad generalizada hayan tenido largos periodos de dificultades en el manejo de la ansiedad, en algunos casos durante meses o años.
Incluso si tu ansiedad va y viene, con sólo unas semanas de niveles altos de ansiedad o preocupación se puede ver afectada la forma en que piensas, sientes o actúas.
Alguno de los resultados de sentir ansiedad durante mucho tiempo son:
– Cansancio
– Sobresaltarse con facilidad
– Problemas de concentración
– Estreñimiento o diarrea
– Dificultades para conciliar el sueño
– Sentimiento de estar desbordado o sentirse incapaz de afrontar
– Sentimiento de estar deprimido o desmoralizado
Cuando notas estas sensaciones, la ansiedad ha llegado a interferir en tu vida diaria. Como la ansiedad es una emoción normal, constructiva y a veces, útil, no es buena idea tratar de eliminarla completamente de tu vida.
Las buenas noticias son que puedes aprender a gestionarla. Desde Investe Psicólogos te podemos dar todas las estrategias que necesites para gestionar el estrés y la ansiedad.