El duelo en la infancia

El duelo infantil es un dolor emocional que se experimenta tras haber perdido algo o alguien significativo en nuestras vidas. La respuesta emocional del duelo es la pena o la aflicción.

Consiste en un proceso normal con una limitación en el tiempo y con evolución previsible favorable. Hay que remarcar que no se trata de una patología, sino su elaboración advierte de una madurez emocional.

Está claro que la mayoría de veces la pérdida implica un gran sufrimiento pero solo una minoría presenta trastornos psiquiátricos  y/o complicaciones en su resolución, en estos casos se hablará de duelo patológico.

El duelo en la infancia, presenta unos rasgos peculiares determinados por las características propias de cada etapa de la infancia y de la adolescencia.

En general durante estos años el carácter y los recursos personales del menor están en proceso de desarrollo y existe por lo tanto, una gran dependencia del adulto para afrontar y resolver las situaciones problemáticas.

Así, la reacción de un niño frente a la pérdida, es decir, el duelo, dependerá del momento evolutivo y también de circunstancias externas y en especial de la situación y actitud de los adultos que rodean al niño.

En los casos de duelo en la infancia, las experiencias de pérdida son parte integrante del desarrollo infantil y la manera en que se resuelven estas situaciones determinará la capacidad de afrontar y resolver experiencias de pérdida posteriores.

En general la muerte o pérdida de uno de los padres constituye uno de los mayores estresores a los que un niño debe enfrentarse.

el duelo en la infancia

LAS DIFERENCIAS ENTRE EL DUELO EN LA INFANCIA Y DUELO ADULTO

1)  El ritmo vital. La vida del niño no suele interrumpirse, sigue su ritmo.

2) La expresión emocional. Es necesario enseñar al niño a que exprese sus emociones respecto al duelo y no tengo sentimientos de culpa, miedo o vergüenza.

3) El significado de la pérdida. El significado que el niño da a la pérdida suele ser más concreto, atribuyen a aquello que les repercute directamente a ellos. Los adultos dan un significado más global a la pérdida: existe una pérdida de la relación, de los vínculos, es más simbólica

4)  La duración. Habitualmente los menores resuelven el duelo de una manera más rápida.

5) La necesidad de comunicarse. Los niños necesitan comunicar sus dudas e inquietudes a los adultos, y éstos tienen que estar preparados para contestarlas.

6) El concepto de la muerte. La idea de la muerte en los niños es limitada, se ve influida por su pensamiento mágico, concreto y literal.

7) El mantenimiento de las rutinas. Mantener las rutinas es esencia y suele ser un factor de protección para los niños y los adolescentes.

8) Afectación en las distintas áreas. Los niños suelen preservar sus áreas vitales y el duelo afecta solo a una o dos áreas principales.

9) La información que reciben los niños y los adolescentes suele estar mediatizada por los adultos. Sin embargo, el adulto recibe la información de manera directa, de primera mano, y no se nos excluye de esos momentos finales que nos dan lugar a despedidas.

10)  Los apoyos familiares y sociales son imprescindibles para la resolución del duelo.

Es muy importante tener en cuenta estos aspectos que difieren un duelo adulto de otro infantil, para un buen desarrollo personal y emocional del menor.

Así, se aconseja intervención psicológica en aquellos casos de duelos infantiles que no se esté desarrollando un duelo correctamente o que los familiares tengan dudas o necesiten conocer nuevas estrategias y pautas para sus hijos.

En Investe Psicólogos somos especialistas en procesos de duelo y en dar herramientas y trucos a los más pequeños para que superen el duelo.

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