Superdotación intelectual ¿Cómo se si mi hijo tiene talento o altas capacidades?
No es un problema tener un hijo con altas capacidades. Todo lo contrario, es una oportunidad extraordinaria para educarle bien, orientar y desarrollar todas sus capacidades. Si lo hacemos así, aseguraremos el desarrollo de sus talentos y, lo que es más importante, la formación de su personalidad y su felicidad.
La inteligencia y el talento se asocian al pensamiento racional y analítico, pero cada vez más se tienen en cuenta otros aspectos en sí mismos. Estos son:
- la conducta creativa
- alto nivel de aptitudes intelectuales y académicas, así como otro en otro tipo de habilidades (musicales, deportivas…)
- la resolución de problemas
- la interacción de todas las áreas de funcionamiento cerebral, sentidos, emociones, cognición e intuición.

¿CÓMO SUELEN REACCIONAR LOS PADRES ANTE LA SUPERDOTACIÓN INTELECTUAL DE SUS HIJOS?
Algunos padres sienten el orgullo de tener un hijo inteligente, pero piensan que les va a complicar la vida y prefieren no darle mucha importancia. En muchas ocasiones suelen reaccionar confundidos e inseguros acerca de qué hacer, sintiendo un cierto temor a lo desconocido.
Lo que intentan es que permanezca en silencio el hecho de que su hijo sea superdotado. En otras ocasiones, son los mismos padres los que detectan en primer lugar el talento y demandan el servicio correspondiente al centro escolar.
¿CÓMO RECONOCER A UN NIÑO CON ALTA CAPACIDAD?
- Comienza a hablar antes de lo habitual con un vocabulario complejo y como oraciones bien construidas.
- Lee y escribe antes de lo que corresponde a su edad.
- Presenta un alto nivel de creatividad, imaginación y fantasía.
- Les gusta trabajar solos; son independientes y autocríticos. Suele ser más reflexivo y menos impulsivo.
- Adquiere los conocimientos con mayor rapidez y eficacia. Posee una gran memoria.
- Tiene pensamientos divergentes, es decir, se les ocurren muchas cosas y soluciones para los problemas.
- Es curioso ante lo que le supone un reto, persistente hasta llegar al final y se aburre con las tareas simples o repetitivas.
- Tiene muchos hobbies.
- Realiza preguntas inusuales.
- En su relación con los demás, es más sensible a las necesidades y sentimientos de las personas.
- Se pone altas expectativas que le pueden llevar a la frustración o a estados de excesiva ansiedad.
- Puede preocuparse en exceso de la injusticia, la política y los prejuicios.